Como suelen comentarme mis amigas argentinas, Argentina es dos países dentro de uno, la provincia del gran Buenos Aires la cual abarca a casi la mitad de la población de todo el país, el auténtico quilombo resultado de siglos de migraciones y creaciones de todos lados, esa personalidad distinguible a la legua estén donde estén. Al traspasar la línea provincial, nos encontramos con otro país, el de Salta, Tucumán, Córdoba, Mendoza, Patagonia, hay otra Argentina distinta, donde conviven varias naciones dentro de una misma, acentos, tradiciones... Allá, lejos de las luces del gran Buenos Aires, ella lo reivindica, esa “erre” que tienen los tucumanos, el campo, tierra humilde, orgullo provinciano. Mujer que cantó a la esperanza para que existiese una América Latina unida, conciliadora, desde su identidad tucumana, del reconocimiento de lo provinciano, del folklore, en la gran ciudad.

Nacida el 9 de julio, (como no podía ser de otra manera, día de la Independencia Argentina) de 1936 en San Miguel de Tucumán; la Marta, como le llamaban en casa, comenzó a cantar un día que la profesora de canto faltó a clase y la directora le hizo cantar el Himno Nacional para que toda la escuela le siguiera. Esa misma tarde, sus amigas le llevaron a la radio y le “obligaron” a participar en un concurso de canto, el cual ganó. A partir de ahí comenzó a cantar boleros en la radio, en actos del partido peronista y en circos.

Tras mudarse a Mendoza donde estuvo ocho años, ya casada y con su primer hijo, constituida como folklorista con un enorme pánico escénico sacó sus primeros discos y creó, junto a varios artistas más, el Movimiento de la Nueva Canción, manifiesto al que siempre le fue fiel. En 1965 su esposo la abandonó dejándola sola con un hijo y en una situación económica muy precaria. Ese mismo año acudió a la 5ª edición del Festival Folkloriko de Cosquín, donde el músico Jorge Cafrune, le hizo subir cantando Canción del derrumbe indio, con la cual el público estalló en vítores incluso antes de terminar la canción. Esta actuación la llevó directamente a grabar su tercer álbum que la mandó al estrellato, conciliando el interior del país con el mundo porteño.

A la par de su florecimiento como folklorista, se va creando una enorme comunidad con el proyecto de la Nueva Canción Latinoamericana en un momento muy complicado del continente. Tiempo donde todas las dictaduras están sucediendo al mismo tiempo, en Brasil, Chile, Uruguay, Argentina, Paraguay, etc. La doctrina de la seguridad nacional se extiende con una represión directa al pueblo, una guerra fría donde el ejército nacional abusa de su propio pueblo, desapareciendo a más de 30000 personas, allanando barriadas enteras, y, toscamente, tomándose la libertad por su mano. Con el Plan Cóndor presidiendo, los que intentaban huir de su país eran interceptados en el otro haciendo que nunca más se supiera de ellos.

En esta realidad aterradora comienzan a unirse y cantar artistas de todos los países de Latinoamérica y del mundo, algunos de ellos fueron: Soledad Bravo y Gloria Martín desde Venezuela; Facundo Cabral, Jorge Cafrune, Sosa y Piero desde Argentina; Chico Buarque, Caetano Veloso y Gilberto Gil desde Brasil; Víctor Jara y toda la familia Parra desde Chile; Carlos Puebla, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez desde Cuba; Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti desde Uruguay; Amparo Ochoa y Óscar Chávez desde México; Rubén Blades desde Panamá, los hermanos Godoy en Nicaragua, etc.

Todo ellos crearon un canto a la historia, una banda sonora para uno de los momentos más duros del continente, donde alguien tiene que cantar lo que está pasando, hacerse internacional y romper fronteras.

Esto les costó el exilio a muchos de ellos, amenazados de muerte tuvieron que huir a otros países, este fue el caso de Sosa. Fue incluida en las listas negras del régimen militar, prohibieron sus discos, y, aunque aguantó todo lo que pudo, tras un concierto donde fue detenida en pleno directo y todo el público arrestado huyó a Europa en 1979.

De este periodo donde vivió en París y Madrid principalmente, lanzó un montón de álbumes, destacando los imperdibles Serenata para la tierra de uno, A quién doy  y ¿Será posible El Sur?.

En 1981 falleció su segundo esposo y el amor de su vida Pocho Mazitelli, separados por el océano, en el exilio y tras este duro golpe, Sosa comentó varias veces que pensó en suicidarse. Pudo regresar un año después cuando la dictadura estaba a punto de acabar con el suceso de la Guerra de las Malvinas. En este momento convocó trece recitales históricos con aforo completo en el Teatro Ópera de Buenos Aires convirtiéndose así en un acto cultural contra la dictadura lleno de invitados excepcionales, Rodolfo Mederos, León Gieco, Charly García, el que se quedó para recibirles regalándonos esta joya:

La actuación fue registrada en un doble álbum bajo el título Mercedes Sosa en Argentina, que constituyó un éxito de ventas y uno de los discos más destacados de la historia musical del país.

En los años noventa se consagró como una de las mejores cantantes del mundo siendo llamada La voz de América. Continuó dando recitales por todo el mundo, uniendo distintos géneros musicales, gentes y voces de todas las naciones hasta el fin de sus días.

Su canto es el canto de un continente, la voz del reflejo de lo vivido, de las situaciones cotidianas y de las cuestiones globales, por su compromiso, por su humildad, es una de las inmortales, porque, ponerse a escucharla es un plan de vida.

Con todo el cariño y respeto, agradecemos a La negra, como la llamaban, todo su legado.

Mercedes Sosa - Como La Cigarra

Tantas veces me mataron,
Tantas veces me morí,
Sin embargo estoy aquí,

Resucitando.
Gracias doy a la desgracia
Y a la mano con puñal,
Porque me mató tan mal,
Y seguí cantando.

Cantando al sol,
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.

Tantas veces me borraron,
Tantas desaparecí,
A mi propio entierro fui,
Solo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,
Pero me olvidé después
Que no era la única vez
Y seguí cantando.

Cantando al sol,
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.

Tantas veces te mataron,
Tantas resucitarás
Cuántas noches pasarás
Desesperando.
Y a la hora del naufragio
Y a la de la oscuridad
Alguien te rescatará,
Para ir cantando.

Cantando al sol,
Como la cigarra,
Después de un año
Bajo la tierra,
Igual que sobreviviente
Que vuelve de la guerra.

Gracias por leerme. ❤